No toda anemia es igual.
En medicina, no todas las anemias son iguales. Detrás de un cansancio persistente o una palidez inusual, puede esconderse mucho más que una simple falta de hierro.
Los síndromes mielodisplásicos (SMD) son un conjunto de trastornos que afectan la producción de células sanguíneas.
Todo comienza en la médula ósea, encargada de generar glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. En las personas con SMD, este proceso se altera y las células se deforman o no funcionan correctamente.
Estas células defectuosas reemplazan a las sanas y pueden provocar anemia, infecciones frecuentes o sangrados inusuales.
En la mayoría de los casos, los SMD no tienen una causa específica, aunque existen factores que pueden aumentar el riesgo:
- Edad avanzada (mayores de 60 años).
- Tratamientos previos con quimioterapia o radiación.
- Exposición a sustancias químicas tóxicas, como el benceno.
El abordaje terapéutico depende del tipo de SMD y del estado general de la persona. El objetivo es aliviar los síntomas, retrasar la progresión y prevenir complicaciones.
Desde Bristol Myers Squibb reforzamos nuestro compromiso con la investigación y el desarrollo de tratamientos que permitan seguir avanzando en terapias que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Por eso, impulsamos la investigación en hematología y el desarrollo de terapias innovadoras que ayuden a los profesionales de la salud a detectar, tratar y acompañar a los pacientes con SMD.
Porque comprender que no toda anemia es igual puede ser el primer paso para salvar una vida.
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Fuentes: Mayo Clinic, American Cancer Society of Hematology, National Cancer Institute (NCI). Myelodysplastic Syndromes Treatment (PDQ®)